domingo, junio 15, 2008

Sobre el crecimiento de la matrícula en secundaria

Hay gente que nos identifica solamente con la denuncia y la persecución. Es una pena que nos vean desde esa óptica, que está muy alejada de la realidad. Las denuncias nos permiten poner el dedo en la llaga, pero desde el comienzo hemos estado asociados con el análisis en máxima profundidad de la problemática para poder desde el conocimiento, revisar las propuestas que existen e incluso poder realizar algunas nuevas.
En este sentido nos interesa analizar el concepto de crisis. ¿Podemos decir que la enseñanza secundaria está en crisis en nuestro país? Y si es así , ¿qué tipo de crisis?
Si aceptamos las acepciones 3 y 4 de la Real Academia sobre esta palabra, (3 - Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese. 4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.)
parecería que en cierta forma, la educación secundaria sí está en crisis.

Veamos algunos datos:
En 1963, fecha en la que una buena parte de los actuales padres estábamos cursando escuela o recién ingresando al liceo, la matrícula de los alumnos del 1er ciclo era de 52564 alumnos. En el 2003, la misma había aumentado a 131179 alumnos, lo que significa un crecimiento de 213 % Si vamos a los números del interior, la matrícula aumentó un 292 %
Si pasamos ahora a los números del 2º Ciclo, el aumento total de la matrícula fue de 484 %, pero si consideramos sólo al interior, se observa un tremendo crecimiento de 10 veces, en 40 años.
Una institución que crece de esta forma, si no va adecuando su situación a las nuevas realidades, está siempre en peligro de caer en crisis.
A este tipo especial de crisis se le denomina crisis de crecimiento.
Cualquier institución puede sufrir devastadoras consecuencias luego de una crisis de crecimiento.
A ésto es a lo que nos enfrentamos hoy en la Educación Secundaria.

Por un lado, la gratificante constatación que a pesar de lo que la opinión popular indica, l@s muchach@s no están alejándose de los liceos sino, por el contrario, se están acercando a ellos. Se están acercando tanto como para hacer crecer la matrícula total 4 veces en 40 años, que no es poco. Y en el interior, la creación de liceos nuevos resolvió problemas de equidad ancestrales tremendos, que se manifestaron en un crecimiento de 10 veces.
Pero la estructura educativa encargada de la gestión se ha mantenido esencialmente la misma. Y parece claro que no pueden ser los mismos mecanismos administrativos los que gestionen una institución con 65.000 alumn@s y sus correspondientes profesores /as y funcionari@s no docentes, que la que gestione 245.000.

Al crecer en cantidad, se producen cambios en calidad.
El mismo sistema centralizado que manejaba en forma aceptable una cierta realidad, tiene dificultades serias al administrar una realidad 4 veces mayor. Esto genera situaciones desde todo punto de vista inaceptables, como el atraso en las liquidaciones y por tanto, en los pagos de los sueldos.

Y no estamos hablando de tomar más gente, para seguir haciendo igual las cosas. Entendemos necesario modernizar el sistema y dotarlo de las herramientas adecuadas. Hay que proponer - y las autoridades ya lo están haciendo - cambios profundos en la forma de hacer las cosas.

El crecimiento de la matrícula se ha dado concomitantemente con un aumento de la pobreza juvenil.
De acuerdo con UNICEF, la pobreza juvenil ha crecido entre 1999 y el 2004 del 22.7 % al 45.9 %. Esta nueva situación altera las rutinas y los recursos de los docentes formados sin prever esa realidad a la que hoy se enfrentan. Hoy la mayoría de los docentes tienen frente a sí a alumnos con serias dificultades socioeducativas, para las que el herramental técnico que recibieron durante su formación insuficiente y así lo notan.
Las situaciones de stress y de burnt out, así como el ausentismo en algunos casos, son emergentes de las dificultades por las que pasa el sistema.
Esta crisis de crecimiento y de complejidad debe controlarse con ideas y estructuras nuevas.
No es posible mantener un sistema que todos los años asigna las horas de cada uno de los docentes a partir de cero. Es como si una empresa de 15.000 personas recontratara todos los años a todo su personal y los cambiara de lugar de trabajo todos los años...No es posible manejar los criterios de asignación de horas como se viene haciendo hasta ahora.
No es posible administrar centralmente una realidad compleja como la actual y tan numerosa. Es necesario que los Directores en cada Centro de Estudios tengan otros recursos y otros apoyos comunitarios (con su correspondiente contrapartida de exigencia, claro está) y que los cuerpos inspectores cumplan una función mucho más cercana hacia la labor docente que la que se cumple hoy día.

No es posible tratar igual a lo que no es igual. En este sentido, las realidades de Montevideo-Interior y de Montevideo urbano- Montevideo suburbano, son tan diferentes que se pone en evidencia la necesidad de tratar diferente lo que es diferente.
Frente a la situación descripta, son varias las respuestas de las autoridades que van en esta dirección:
Se nos ha manifestado el interés de generar paquetes de 2o hs por docente, que organice mejor la asignación y radique a los docentes más horas en los centros de estudio.
Se nos ha manifestado también la posibilidad de mantener las asignaciones por 3 años, dando así a los docentes y a la estructura administrativa, un horizonte mayor que asegure buenos comienzos de año, al menos en dos de los tres años del ejercicio.
Se nos ha hecho llegar la propuesta, que ya fue en esta última Rendición de Cuentas , de la incorporación de el Programa de Impulso a la Universalización del Ciclo Básico, como parte del Plan de Equidad. Todo ésto es un buen comienzo.

En otras entradas presentaremos estos esfuerzos que están comenzando a implementarse.En particular el PIU, por el cual se asignan partidas especiales y se da foco en forma diferencial a aquellos centros de estudio en los que estadísticamente se puede demostrar que hay dificultades mayores de aprendizaje.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por eso en alguna oportunidad manifesté que queda mucho por hacer pero que se han hecho cosas importantísimas para mejorar. En cuanto al pago de sueldos no creo que haya de que quejarse. Los docentes que comenzaron en marzo, cobraron en abril, dos días después que los demás, pese a no haberse completado algunos trámites (no tener número de cobro). Loa que no han hecho el trámite de acumuñación cobrarn y se les da plazo hasta el presupuesto de agosto. Son detalles que no hacen al fondo de la cuestión, sólo lo escribí porque se mencionó, pero es la verdad.