Estamos a 8 de marzo y comienzan las clases nuevamente. Todo parece indicar que no habrá grandes novedades. Es decir, que nuevamente habrán horas sin asignar, clases sin dar, docentes parando u ocupando por la falta de algún elemento edilicio considerado indispensable, etc.
Nuevamente los padres y demás ciudadanos interesados, veremos arrancar en forma desprolija a secundaria, como si nada ni nadie lo pueda evitar.
Tenemos nuevo Presidente, tenemos una comisión que reúne a los técnicos de todos los partidos políticos en el mismo empeño de encausar las grandes líneas estratégicas de la Educación.
Pero las cosas básicas siguen fallando.
Otra vez se asignaron las horas docentes, otra vez se barajó y se dieron de nuevo las horas en esta institución pública única en que cada trabajador tiene asegurado el lugar de trabajo solo por un año y al año siguiente tiene que salir a ver dónde le toca. Y los alumnos y sus padres a ver qué clase es la que no van a tener, hasta que el sistema termine de acomodarse una vez más en su ciclo de desorganización anual. La única medida propuesta, la de congelar la distribución de horas del año pasado por tres años como prueba, fue descartada por la presión del sindicato docente. El CES no se sintió con fuerza para mantenerla y todos perdimos una gran oportunidad. Oportunidad de por lo menos ver si era efectiva o no. Porque ni siquiera se dio el gremio docente la oportunidad de probar.
Las actividades de refacción edilicia encuentran el comienzo de clases aún sin terminarse y por tanto es una buena razón para que los docentes hagan su primer paro del año (primero en el ciclo anual de desorganización)para asegurar que no sólo unos pocos se quedarán sin clases, sino que todos democráticamente sufran la carencia.
Y así vamos, con padres también desorganizados, con Comisiones de APAL que sólo se convocan para hacer finanzas para el liceo, nunca para discutir el proyecto educativo del mismo, porque está taxativamente dispuesto que ese no es tema para los padres.
Mientras, una ley cuestionada y bombardeada por todos los frentes, vegeta con unas cuantas ideas buenas y una intención de ampliar la participación que por mucha o por poca, no satisface a nadie.
Mientras, los padres y madres seguimos esperando y organizándonos, buscando contactos con esos padres bienintencionados que aún trabajan en las APAL, para tener una sola voz que se pueda hacer sentir y que ponga claramente primero a l@s muchach@s.
Padres y Madres, envíen sus mails a la casilla de correos 1olosmuchachos@gmail.com e informen cómo han empezado las clases sus hijos en todo el país.
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