Me parece muy loable la iniciativa de los padres de controlar qué educación reciben sus hijos y tratar de incidir de alguna manera, con los medios a su alcance en un tema que NOS preocupa a todos: el ausentismo docente. Y digo nos preocupa ya que a nosotros, los profesores, también es un tema que en muchos casos nos indigna. Primero, porque también somos padres y segundo porque es algo que echa sombras sobre todos los que hemos elegido esta profesión, aún aquellos que la ejercemos con responsabilidad y vocación.
Por eso mismo es que hay que tener mucho cuidado cuando se hacen generalizaciones gratuitas y/o afirmaciones indiscriminadas que se acercan a la difamación. Tal es el caso cuando se afirma con total impunidad que el liceo de Nueva Helvecia “es el mismo caos”
En primer lugar es el propio padre que reconoce que son algunos casos puntuales “hay profesores históricamente incumplidores, ya sabemos cuales son y cuando les toca a nuestros hijos conocemos la historia de antemano. En una ciudad pequeña como esta, todos sabemos quienes son, tienen nombre y apellido.
En segundo lugar, porque si los analizamos en el conjunto, en más de 100 profesores, no llega a la media docena los que tienen esas características.
En tercer lugar, y esto se ha conversado en más de una reunión de padres (cosa que es habitual en nuestro Centro), las horas no dictadas tienen principalmente tres causas ajenas a él:
a) Licencias Médicas. En algunos casos hay médicos que una y otra vez le dan licencia al mismo docente y por causas tan nimias que hacen pensar en “amiguismo” (ya que son cosas que también se saben en una pequeña ciudad) Pero frente a una licencia médica ¿qué puede hacer un director de liceo?
b) Faltas generadas por el propio sistema que cita a sus docentes para otras actividades: exámenes, reuniones, por salas docentes, por ATD, por ATD en otro sistema, por otras reuniones citadas por Dirección, por cursos citados por Inspección, por paseos didácticos en otros Liceos o Escuelas, y un larga serie de etcéteras.
c) Horas que no se han asignado o que ningún docente ha tomado aún.
Varios podrían ser los caminos para empezar a solucionar estas problemáticas:
a) Un médico certificador que realmente visitara y certificara la enfermedad del docente. Para ello, un departamento tan poblado y con tantos Centros Educativos como Colonia, tendría que dividirse la tarea por zonas y quizás abarcar más de un subsistema: UTU, Secundaria y Primaria.
b) Que los cursos que el sistema quiera darles a sus profesores no se hagan en tiempo de clases. Febrero por ejemplo sería una buena época ya que todo profesor sabe que en ese mes tiene que estar a disposición del Centro Educativo .
c) Un curso intensivo de ética para 1°) Algunos docentes, para hacerlos reflexionar sobre responsabilidades, ejemplos a dar, vocación ( y el que no lo apruebe, a cambiar de carrera). 2°) Médicos para otorgar licencias cuando realmente haya comprobado su necesidad ¿Acaso cuando ellos son los patrones, en el caso de algunas Mutualistas otorgan licencias a su personal con tanta liberalidad? 3°) Algunos padres para que no hagan afirmaciones y generalizaciones tan a la ligera. De otro modo se corre el riesgo de ensuciar a una Institución que ha logrado un merecido prestigio en base al esfuerzo y dedicación de la gran mayoría de sus docentes, a su constante estudio y dedicación. Así, con aserciones que lindan con la calumnia se desestimula a esa mayoría de docentes vocacionales que trabaja y se esfuerza día a día por superarse.
SILVIA, DOCENTE DEL LICEO DE NUEVA HELVECIA
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